Las energías van más allá de las palabras simples, de las cosas básicas, de lo que ves, sientes o escuchas, sos más que eso, todos somos más que eso. ¿Por qué no las ven? Porque no hace falta, porque si las vieran las modificarían, las incluirían, las cambiarían. ¿Necesitás cambiarlas?
Creo que no, sé que no.
Pero entonces me surgen dos preguntas, si las energías son las que modificamos, las que cerramos, las que hacen el juego que venimos a hacer y estas no tienen fisicalidad, ¿por qué necesitamos estar juntos, por qué necesito encontrarme con el físico de esa persona, con su envase digo?
Y, por otro lado, cuando no me junto, como el caso de hoy donde no puedo concretar un encuentro o por algo se suspende, ¿es porque no debía conectar?
Exacto, no era el momento para poder hacer la conjunción, la interacción. A ver, velo así, para que las energías se intercambien correctamente, para que las energías entren en esa fusión es importante comprender que la cosa no es para un lado, ni para el otro, es decir, no es que se necesita una persona que de y otra que recibe sino que es doble, los dos emiten, los dos reciben y también Gaia ayuda en eso, es decir, está incluida en la interacción, influye el momento de la tierra, planetario y, si, aunque te cueste creerlo es general del lugar también, donde están en ese momento, de todo.
Vos no tenés un encuentro con una persona en un lugar y ya. Sino que es una revolución a nivel más grande, más fuerte.
Con tu amigo ayer movieron energía, una energía que fue evolucionando hasta el momento de mover, de caminar, de trasladarla, llevarla, moverla, utilizarla, dejarla en su casa y volver a empezar, entraron en ese tornado los mozos, algunos comensales, la verdulera, al rotisería, el hijo, el gato y ustedes, desde ya.
Ver la totalidad. Yo sé que no la podés ver con los ojos físicos y es así, no podrás verla jamás con esos ojos, pero sí la estás viendo con la consciencia, la estás viendo desde otro punto, la sabés, no necesitas verla, ¿la comprendés? No, ni un poquito, no sabés qué se teje realmente, pero no está lejos de las palabras a veces, en otras si, pero no importa.
Por otro lado, nunca habrá una sincronización sin amor en medio, no habrá intercambio ante la falta de respeto, ante la discusión.
En esos casos, lo que se intenta es romper ese intercambio: no convence, no nos gusta y por eso discutimos. El alma se resiste a ser penetrada por ciertos sentidos, por ciertas experiencias, ¿Entendés? No todo son las palabras, no todo intercambio es el que escuchás, creés o sientes.
Son seres energía, no son seres cuerpo.
El cuerpo es un pequeño porcentaje de ese ser.
Entonces, ¿por qué hoy no pudiste juntarte y llevar a cabo un encuentro? Porque no era el momento indicado, quizás tuyo si, pero no el de la otra persona, no estaba en momento para entrar en esa conjunción. ¿Por qué? No te corresponde a vos saberlo, sino que simplemente no se alineaban las cosas de la manera necesaria como para que fuera provechoso.
Y no, ciertas cosas se pueden hacer a distancia y otras no aunque muchas veces se generan por cruces casuales, por cruces que no se ven, y de otras formas también, es muy variado.
Hay planes, planes donde necesitamos o, más bien, se necesita activar movimientos para que ciertas cosas se acomoden, se muevan, se ubiquen. Esos son movimientos que se van efectuando y que van acomodando el mundo en que vivís.
Gracias. Interesante realmente. Y qué pasa cuando en una de esas interacciones entran situaciones de energías confusas, es decir, en un encuentro hay alcohol de más, que desvirtúa la reunión. Se que todo es como es porque tiene que serlo, entonces, ¿por qué esas cosas?
Lo que parece incorrecto, es decir, que alguien suba el tono o no esté completamente atento, por decisión propia, no habla de falta de consciencia, sino lo contrario, muchas veces es que se está escapando del estado absoluto de claridad para poder incorporar la información por la puerta trasera, dirían ustedes, desde la energía misma, la que necesita para ir modificando patrones, comportamientos, estados de salud y mil cosas que conscientemente todavía no podría aceptar.
¿Los estados de salud también pueden intercambiarse así?
Si, desde ya, ¿no es todo energía? De nuevo, no es algo que puedan manejar abiertamente, conscientemente, al menos gran gran gran parte de ustedes. Unos pocos pueden hacerlo, de ahí las terapias con manos, que ayudan a sanar, a redireccionar energía, toque cuántico, reiki y tantas otras, pero también puede ocurrir por proximidad.
Cada uno es una antena que emite y recibe. Tu aura, elevada, contagia a tus vecinos de banco, si, a los que tenés ahora al lado en este bar. Si estás emitiendo levantarás y contagiaras para bien, si estás flojo, caído, deprimido, absorberás de los vecinos, para bien o para mal, según lo que deba ser.
De acá se ve todo así, como grandes huevos de energía que intercambian, van y vienen, vuelven, modifican, sería bello que pudieras ver el mundo desde la energía y si bien puede representarse con una imagen, no puedo mostrarte el lugar en que estás, aunque si, ahí lo ves, si, ahí lo estás visualizando… Es más o menos así.
Sentís el intercambio. Sentís el calor del costado. Va y vuelve si te proponés dar, levantar, emitir… eso pasa, sé torre, no generador, pedile al sol central que te ayude a emitir. No seas la energía, sé el canal, conectate a tierra, sé intermedio.
La energía es todo, hace rato te lo decimos. Lo entendés pero intentás verlo y no, no es fácil de ver, no es fácil de comprender cómo se maneja, cómo se expresa la energía, pero hace muchos, muchos años te dijeron como era, en tai chi, imaginala. Y al imaginarla la sentirás, quizás no la veas, pero la sentirás mucho más claramente.
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