Anoche escuchaba a Fabián Ciarlotti, que decía:
\”Alimento es todo lo que llega a nuestros sentidos.\”
Y si, lo he hablado alguna que otra vez, lo sé, pero lo junté con otra cosa que dijo y que lo importante no era alimentarse sino digerir, lo que se va a convertir en nosotros es lo que podamos digerir, y eso será lo que se incorporará a nuestro ser.
Y vuelvo al primero entonces. Alimentarse es todo lo que llega. Si, la comida, pero también las palabras, las películas, las ideas mismas, el tacto, los olores, todo, todo eso es tu alimento. Y mucho de todo eso, muchas veces, aunque te encantaría que pudieras, no logras digerirlo.
Me pasa con las noticias, los noticieros. Me encantaría estar más \”enterado\”, pero no puedo, no lo puedo pasar, me hace mal. Lo intenté muchas veces, pero no hay caso.
Y, siguiendo con el ejemplo, tengo muchos conocidos que veo que les pasa lo mismo, pero no pueden vencer ese mandato obligatorio de \”pero no podés vivir en una burbuja\”. Y ese mandato es más fuerte que \”no podés vivir con presión alta y acidez estomacal porque no se debe vivir en una burbuja\”.
A esta altura del partido, ya conocemos las mayoría de las cosas que nos hacen mal, sin embargo, seguimos sin autorizarnos a alejarlas. Hablo del trabajo o alguno del trabajo, de amigos, de conocidos, de parientes, hablo de ambientes, de olores, de agresores de todo tipo, si, hablo de comida también, de bebidas, de costumbres, de tantas cosas! Y, como no, de pensamientos, de mandatos, de culpas y las millones de cosas que traemos con nosotros quién sabe de donde y que nos cuesta muchísimo dejar atrás.
Pero hay que ir caminando, de a poco, largando el lastre, dejando atrás lo que nos hiere, lo que nos indigesta, lo que no podemos pasar. Aunque duela, aunque suene mal, aunque quede mal. Por más que intente comer algo que me cae mal una y mil veces, me seguirá cayendo mal, sólo que me acostumbraré a que lo haga hasta que (y lo va a hacer seguro tarde o temprano), genere algo peor.
Como pensamiento es básico. Pero sé que no es tan difícil de llevarlo al día a día. Pero los invito a encontrarse con el listado de cosas que te indigestan y que seguís incorporando a diario.
Con suerte, sea el cartelito que indique dónde está la salida de la eterna rotonda, no? O al menos que lleve el lago a la calma nuevamente.
Los abrazo.
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