El sábado pasado tomé esta foto, de un pedacito del pueblo festejando el triunfo de la selección Argentina. Es algo que no puedo evitar, así como termina el partido tengo que ir a la plaza a ver a la gente festejar.

Admito que el fútbol no me mueve mucho ni tampoco me interesa demasiado festejar o lamentar lo que pase en ese deporte, pero hay algo que me atrapa y por eso voy a verlo a lugares donde haya mucha gente y luego no puedo evitar ir a ver los festejos (si tocan, desde ya).

Y, dejando claro que me encanta que la gente esté feliz y disfrutando, me deja pensando en como entregamos nuestro poder a los otros. En este caso a los jugadores, del resultado de su partido dependerá nuestra felicidad o angustia.
Le damos nuestro poder a un gobierno que decide por nosotros, se lo damos a los médicos también. Otras veces no lo damos pero dejamos que lo tomen sin hacer nada, estas son las peores, ya que uno sin darse cuenta se entregó, a una pareja, un amigo, un conocido. De golpe el otro te está diciendo cómo vivir tu vida y vos lo estás escuchando, considerando y sintiéndote mal porque no estás de acuerdo!

Y me pregunto ¿por qué lo hacemos? ¿Porque no sabemos cómo seguir adelante? ¿Porque estamos cansados de tomar decisiones y hacernos cargo? ¿Porque estamos perdidos? ¿Porque creemos que sabemos menos que otros a pesar que lo que está en juego es uno mismo?

Uno es dueño de su vida y sus decisiones. Uno es dueño de escuchar o no a los otros. Uno es dueño de su ser. Diga lo que diga quien quiera decir cosas. Y uno es dueño de su felicidad o su depre, aunque a veces ellas se rebelen y no hagan lo que nos gustaría, está bueno seguir trabajando cada día para poder comprenderlas un poco más, acercarnos un poco más a escucharnos y a no entrar en juegos en los que no queremos entrar o que sabemos que no nos harán bien.

Perdón si suena a bajón, no era la idea.
Es un tema que tengo dando vueltas en la cabeza y no sé muy bien cómo tratarlo.
Pero quería hacer el intento por si a alguno le resonaba y le servía.

Los abrazo, rogando que sean tan ustedes como quieran serlo!


Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *