Y pasó el eclipse y nos dejó aplastados contra la roca, sin levantar la carita casi, por miedo a que nos lleve el viento.
Si, lo sé, que no fue el eclipse, que fue el finde, el incendio, la niña, el niño, la nevada de primavera, algo que vi, la mala onda o lo que fuera, pero siento que está repleto de gente en crisis.
Háganme caso, busquen una buena piedra y aplástense a ella, en lo posible al sol, y esperen a que pase el siguiente eclipse de principios de octubre y recién después si, empecemos a disfrutar de la primavera…
Los abrazo.
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