Cambiar la escala.

El mar es basto, mira hacia el horizonte, verás azul por todos lados. Las islas lejanas. Todo eso entra perfectamente dentro tuyo, es una breve y simple muestra de un mundo diminuto

Quiero que juguemos un poco con las escalas, es algo que sabes ya, que has pensado muchas vedes, pero que está bueno para un día en que no estás tan conectado como hoy.

Escalas, no es más que con qué comparas algo. Algo es grande respecto a otra cosa, y chico de igual manera. Un hombre es chico ante un elefante y grande respeto a una hormiga, pero el hombre, en sí, no es grande ni chico.

El océano y las islas son inmensas en la escala humana, pero pequeñas en la escala de la tierra. No es más que un pedazo de superficie en el exterior del mundo, podría decirse.

Con los pensamientos y los problemas sucede lo mismo. No hay problema grande salvo que lo compares con otros, eso lo hacías hace muchos años, al comparar las cosas que pasaban con la muerte, nada jugaba cerca ni parecido, ¿me sigues?

Si, te sigo, adelante.

Esto es lo mismo y eso es lo que hay que hacer ahora, llevar las situaciones a su verdadera complejidad. Llevarlas al entorno donde juegan.

Muchos problemas actuales, como los económicos por ejemplo, son complicados si los ves en el contexto del día a día, pero si los llevás al contexto de toda una vida, no es más que un paso diferente que te planteará otros desafíos, que te sacará de tu zona de confort (que, dicho sea de paso, suele ser donde uno hace modificaciones que terminan siendo más favorables que lo que había antes).

Entonces, para cambiar la forma de ver los problemas hay que cambiar el contexto donde los ponemos. Subir la escala, aumentar el espacio donde juega.

Cuando te haces mucho problema por algo, cuando tu mente no puede parar de ir y volver, es porque estás en el contexto chico, en el espacio chico de tu cerebro, no estás viendo la vida como tal, sino estás viendo el problema como si eso fuera el todo.

Y no lo es. Nunca lo es.

Conclusión, si algo es desmedido, cambia la escala.

Ahí hay una respuesta a lo que te aqueja últimamente. Estás manejándote y navegando en escalas muy chicas, vas al detalle en cada cosa y ya no es momento de eso o quizás, no sea ahora momento de eso.

Luego, lentamente, una vez superada la tormenta, podrás ir puliendo pequeñeces, las aristas, los pedacitos, pero no, no se arranca de golpe con los detalles, porque entonces te trabas, te bloqueas.

Y sufres.


Comentarios

  1. Guido Rosales Avatar
    Guido Rosales

    Gracias Leo por compartir tus mensajes, nos ayudan a despertar, a abrir los ojos y ver las cosas con otra “escala” otra “optica”. Gracias, Gracias, Gracias

    1. Leo Ridano Avatar
      Leo Ridano

      A vos, Guido!!
      Abrazo!

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