Un nuevo día, un nuevo comienzo.

Antes de empezar quiero aclarar que viene cambiando un poco el formato en que me hablan, como que me hablan a veces desde ellos y a veces como si fuera yo el que dice las cosas, por eso se me confunden las cursivas al final. Porque no sé hasta que punto son ellos o yo el que dice las cosas.


Bien, siento que o no hay mensaje hoy o no lo entendí, ¿puede ser?

Si, si hay mensaje, me dice Aitiuh, ¿Para mi? Para todos.

Comienza una nueva era. Una nueva era en la que cambiarán algunos conceptos básicos. Lo primordial, es que cada uno es libre de abrazar el momento que quiera. Siempre fue así, pero no siempre los dejaron hacerlo. Puede que esta vez también haya resistencia a eso, pero sabemos que si lo quieren hacer, podrán hacerlo. Abrazar sus creencias, sus preferencias, sus sueños.

En esa nueva era la idea es que la esclavitud desaparezca, esa esclavitud mental y emocional que tienen todos con todos, que los atan como si fueran cadenas que se cruzan entre ustedes.

Me muestran una imagen de personas de pie con cadenas a pies y manos, donde todas se cruzan, uno encadenado emocionalmente a su pareja, encadenada en lo que respecta a salud a un médico, en lo que es ingreso a un jefe que a su vez esta encadenado a su esposa, a su medico, a su barco o a lo que sea y así, vamos encadenados por la vida.

Esas cadenas son las que hay que romper.

Los vínculos son por elección. Ni las familias de sangre tienen que mantenerse si no se siente. Esas fidelidades obligadas no sirvieron, y menos aún hoy.

Que tu gente sea la que te aprecia, la que te quiere, no la impuesta por un nacimiento, por un estudio, por un trabajo, por obligación.

Si, el respeto es parte. Pero no el encadenamiento emocional.

Lo mismo con el encadenamiento al trabajo. Todos, absolutamente todos pueden crear su realidad, cocrear su vida. ¿Que cómo hacerlo? Imaginalo, soñalo, y hacelo todos los días, constantemente. ¿Que es ridículo? Eso lo dice tu mente, eso lo dice la costumbre de que la vida es una pena, que hay que trabajar con el sudor de la frente, que somos culpables de todo, del pecado original y de tanta mentira.

Imaginalo. Queres una casa nueva. Buscala, dibujala, imaginala, imaginate viviendo ahí, tiene que ser real dentro tuyo, y si, aunque sea una visualización, lentamente irá tomando forma, detalles.

¿Querés viajar? Lo mismo. Podés ser lo que quieras ser. Y si es para bien, mejor aún, tus guías te ayudarán, el universo te ayudará.

Ya no es momento para quedarse pensando e imaginando futuribles de pobreza, de escasez, de conflicto.

Ya no es momento de seguir echándole la culpa a los otros, al jefe, al gobierno a la pareja, a los varones, mujeres o a los que fuera. Siempre fuimos soberanos de nuestra vida. Siempre pudimos decidir irnos, de una relación, de un lugar, de un país o de la vida misma. Y el no haberlo hecho fue porque decidimos quedarnos, no porque no se podía.

No te mientas.

La escasez es tuya. La tristeza, la enfermedad, la salud es tuya. La realidad es tuya así como los sueños son tuyos, solo tuyos.

Lo único que no es tuyo, al menos conscientemente, es el día en que dejás este plano, pero si es tuya la forma de vivir hasta ese día, la forma en que llegás a ese momento. Y si bien (y esto es mío, de Leo), no puedo asegurarte qué pasa luego de ese momento, si considero importante que puedas llegar bien, convencido que es lo que tiene que pasar y que hiciste y viviste todo lo que pudiste vivir.

(Sigue ella). Y que lo hiciste con amor. Con amor a vos, principalmente. Y si ese amor fue tan grande que contagió, mejor aún.

Nosotros estamos, acá, tanto mientras estés ahí como cuando te vayas.

El mensaje, el único mensaje, es que todo lo que decidas, todo lo que hagas, todo lo que sientas, todo lo que pase, es gracias a vos, es culpa tuya, es lo que vos quisiste que sea, no lo que te tocaba, como imaginaste muchas veces.

Somos creadores. Son creadores. Sos creador, absoluto creador de tu realidad.

Todo lo que sos hoy es lo que vos hiciste.

Todo lo que sos vos es lo que vos decidiste.

Todo lo que viviste hasta hoy fue porque lo tenías que vivir.

Y así para adelante.

Todo, todo lo que vayas a vivir es lo que vos decidas vivir. Pase lo que pase, sea lo que sea. Siempre pasarán cosas y siempre tendrás que decidir qué hacer con eso que pase.

Debos, culpas y obligaciones son tuyas. Solo tuyas.

Por eso, todo lo que hagas de acá en adelante, será lo que vos decidas.

Todo lo que seas de acá en adelante es lo que vos elijas.

Si se reseteara tu mundo hoy, es decir, si de golpe borraran todos tus programas, tus miedos, tus paradigmas, creencias y lo que fuera, y te volvieran a dar los programas originales, ¿cómo cargarías tu sistema?

¿Pondrías vos solo o sola, el sufrimiento como guía? ¿La obligación como dirección? ¿El miedo como impulsor? ¿La separación como evaluación de nivel? La elección que hagas es lo que decide tu futuro, porque la elección es lo que crearás en tu interior, lo que verás que viene, lo que cocrearás.

Si hoy fuera el día de cambiar de ciudad y, en ese último café, dejaras hasta tu último centavo de la moneda local, y que mientras caminás a la estación de colectivos te dieras cuenta que no recordás a dónde habían ido tus amigos, ¿qué harías?

¿Te sentarías por horas intentando recordar donde fueron, tentarías alguno de los lugares que te suenan o elegirías uno nuevo?

Cada día es un nuevo comienzo. Pero hoy lo es más aún.

¿Por qué? No lo sé, no me lo dicen, pero no paran de repetirme que es un borrar todo lo viejo y empezar de nuevo. Y me dijeron que no es solo para mi, sino para todos. Y lo que si viene a mi mente ahora, es que no hablan de niños ni de jóvenes que ya vinieron haciendo su camino, sino que se dirigen más a los que somos más grandes, a los que vivimos durante mucho tiempo el mundo anterior, a los que las memorias nos han dañado, enfermado y enojado, a los que laburar nos pesó en algún momento, a los que ser como somos nos dolió también, por no ser aceptados, por ser criticados o lo que fuera.

No puedo decir edad, no tengo idea de la edad, aventuraría que seguro es una edad arriba de los cuarenta años, o más de treinta en algunos casos.

No tengo mucho más para decirles hoy, no tengo mucho más para decirte hoy, dice mi guía.

Era eso, el significado de tus sueños, de tus vivencias de estos últimos días en este plano, de lo que se va abriendo en tu plano, en tu mundo.

Te abrazo y a través tuyo los abrazo a todos.

Aitiuh.


Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *