Puede que a esta casa algunas personas la describan como que está mal hecha, con problemas de estructura, sin escuadra y pintada con color más apropiado de esmalte de uñas de niña que de casa. Y ni hablar de las contradicciones en la decoración según lo poco que se ve desde afuera. Desde ya pensarían que lo mejor sería demolerla y empezar de cero.

Otras personas podrían decir que es una casa retorcida, complicada, pero que si se pinta de un color más sobrio y se le enderezan un par de ventanas podría tener alguna posibilidad de adaptarse.

Pero para otros podría verse como original, brillante y alegre. Que se nota que hubo mucha dedicación al construirla y decorarla, mucha creatividad. Y que a pesar que todo parece fuera de lugar, si uno lo analiza está perfectamente en su sitio, sólo que torcido, lo suficiente para que te llame la atención y lo analices.

Pero lo importante, creo, es que sea como sea, es una casa. Es decir, que pueda cumplir su función principal, que es la de albergar gente, dándole un refugio para cuando termina el día. Todo el resto es adorno, comodidad, moda o creencia.

Estoy casi seguro que no elegiría una casa así para vivir, pero no podría jurar que si yo fuera una casa sería muy diferente a ésta. Y la pregunta es: si vos fueras una casa, ¿cómo serías?


Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *