Al verla pensé: no, les va a chocar, no les va a gustar que suba algo así. Pero me seguía llamando y quise probar a ver qué sentía al hacerlo.
Hay un mundo de base, un mundo que me permite fotografiar y comprar verduras, uno que utilizo a diario para lo que llamamos la vida cotidiana.
Y hay otro, detrás, adentro, afuera o paralelo al mundo anterior en el que aprendo del primero, aprendo a interpretarlo, a disfrutarlo. También lo utilizo a diario, últimamente, y se lo puede llamar introspección, imaginación, mundo sutil o, para algunos directamente es el mundo hacia el que nos dirigimos.
Me encantó encontrar una foto en mi archivo que represente ambos juntos, como están hoy todavía, sin despegarse aún.
Los abrazo
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