La receta.

Maestro, bello, estas cosas que vienen a mi mente, son de mi mente o son susurros de ustedes?

¿Ves que no es importante, no? Te llega y te vuelve por algo, te resuena y vuelve a resonar. Es la energía de eso lo que te atrapa, no la idea mental. Déjala correr.
Hazla rodar.


Nada de lo que no deba llegar llegará, nada que no deba corresponder lo hará. Déjate mecer, déjate soplar, empujar, todo se irá aclarando lentamente, siempre. Aunque creas que entras en el momento más oscuro de tu día o de tu vida.

Gracias.
¿Algo más para mi?

Puedes escuchar horas de videos que te digan constantemente lo mismo, pero si no es tu momento de escucharlo no lo oirás. Muchas veces se piensa que la comunicación es lineal, que la vida es lineal, que porque algo sucede uno lo capta. Pero no, las cosas pasan una y otra vez, pero la persona que ha de recibirlas las recibe y las que no, no.
¿De qué depende eso? ¿Atención? ¿Distracción? No. Frecuencia, energía, resonar.
Lo que no ha de llegar no llega.
Pueden estar diciendo lo que necesitas en una frecuencia de radio pero si estás escuchando otra estación no te enterarás.
Y al revés, uno sintoniza lo que debe sintonizar en el momento.
No hay camino errado.
No hay giro incorrecto.
Sólo pasa lo que tiene que pasar.


Y sé, que de entrada suena medio mal, medio inevitable, medio castigo del destino, pero no es así, es el camino que te hace llegar.
Aquellos que maldicen las cartas que les tocaron es porque no entendieron el juego. El principio fundamental es hacer lo que puedes con lo que te toca. Hay una idea de suerte, como que fuera un hada mágica que hace que lo que te toca sea positivo o lo que sea. Pero la suerte, justamente, es que te sientes a jugar, es que puedas disfrutar el juego como salga, con las cartas que salgan.


La vida, en su totalidad, es como una receta preparada con lo que nos toca tener en la casa al momento de cocinar. Y si, puedes elegir entre todo lo que hay en tu casa, no solo comida, podrías agregar bulones en la sopa también, pero elijes qué poner y qué no, ya sea por sabor, por nutrición o necesidades que tengas tu y tu familia. Usas lo que tienes y que te parece que puede servir.


Y si sientes que hay algo que no tienes, sales a buscarlo. Quizás no hoy, ya cocinaste, pero si para un futuro.
Así que, ¿sabes qué ingrediente te está faltando?


¿Te conformas con la misma sopa todos los días? ¿Sientes que hay un toque que la mejoraría, crees que algo menos podría también mejorar su sabor?.
Es común cocinar como lo hizo tu madre o la madre de tu madre y así. O siguiendo libros de recetas u, hoy, videos de otros que te dicen cómo cocinar. Ajustalo al concepto que estamos hablando, esas recetas son vivir la vida como otros piensan que ha de vivirse y los ingredientes pasan a ser paradigmas.
Está bien que empieces siguiendo recetas, está bien que luego elijas entre diferentes recetas y mejor aún, irás conociendo diferentes ingredientes que crees que pueden mejorar tu experiencia.


Con qué ingredientes cuentas en tu vida, de alguna manera habla de hacia dónde quieres caminar. Y no solo eso, (que de por si es una visualización muy fuerte), sino la cantidad, la calidad… todo te habla de tu vida.


¿Qué dicen los ingredientes que usas para cocinar de tu vida? Ese es mi mensaje hoy.
Cada paso que das tiene un sentido. Lo pienses así o no, lo programes así o no. Y lo importante no es que sea correcto o incorrecto porque siempre será el que deba ser, lo importante es que des el paso sabiendo que es eso, un paso, es decir, un paso consciente.
No comprenderás, posiblemente, su sentido, pero si sabrás si resuena contigo o no. Si levanta tu energía o no. Si te lleva a un lugar mejor. Si te da paz. Si te libera un poco. Si te hace encontrar un poquito más de amor dentro de ti. Si te hace abrir un poco más tu corazón. Si te conecta tanto con Gaia como con el cielo, tanto con otros como con tu yo interno.


No es una decisión, no, no hay que tomar una decisión si se sigue tal o cual camino. Hay que sentir la decisión que casi todo tu ser ya tomó y rendirte a ella. Con amor, con agradecimiento y con esperanza.


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