Hay veces que los cielos explotan. Y hoy, quizás, mi cabeza también esté por hacerlo si sigo intentando comprender cómo es que hay que usar las redes sociales, cómo hacer para no pasar medio día dentro de ellas sintiendo que, en alguna medida pierdo el tiempo, siempre en un intento de generar algo en este invierno económicamente helado…

Estoy evaluando congelarme cuan Disney el próximo invierno, entre junio y septiembre, en ese momento en el que la comarca (la Patagonia, el país, no sé) entra en ese receso absoluto. Momento en el que uno se mete en mil doscientos cursos de emprendedurismo creyendo que eso es lo que está fallando. Pero por momentos siento que no, que lo que está fallando es otra cosa.

Y no es este año solamente, ya viene hace unos cuantos inviernos… (esto va para que no me politicen el cerebro…)

Abrazo.
Con bufanda.


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