Primero vos.

Algo que decir, mis bellos?

Si, relajate con el medio que uses para escribir, no es importante, buscá sentirte cómodo pero posiblemente sería bueno que no intentes encontrar lo mismo que acá, esto no lo hubieras encontrado si hubieras buscado lo mismo que antes, este programa de entrada te costaba y te parecía básico también, siempre es así, quizás buscar lo que menos distraiga, siempre se puede corregir en otro, lo menos complejo, lo más interactivo, no te enrolles. Como en las acuarelas, usá el papel, los pinceles, las acuarelas, necesitás mover eso para avanzar. Y si, buscá trazos que representen lo que necesitás representar. No es todo tan directo hoy, no es todo tan representativo, si bien es bello, no levantes tanto la vara de la exigencia. Dibujaste mil dibujos, llenos de símbolos sagrados, ¿quién pinta eso ahora? ¿cómo no arruinarlo? ¿dónde está el juego? Hay trazos que son solo trazos y que salen como trazos, respetalos, dejalos correr, dejalos ser. Cada minuto conectado con tu arte es un minuto ganado y donde jugás con los elementos.

Si, buscá colores de los chakras, buscá y jugá con los colores de la tierra, del primer chakra. Los ocres, los rojos, naranjas, amarillos. Jugá con los verdes y los azules también, que no son tierra pero son los tuyos, buscá el significado de los colores, la resonancia, la empatía de los mismos con tu alma, buscá la vibración que te ancla, que te trae, jugá con los colores, no las formas, no les des bola por un tiempo, dejalas manejarse por otro lado y no, no busques figuras en las formas, no hace falta, las figuras y el ritmo está dentro tuyo. Y ahí lo encontrarás.

El verano es época de jugar, ¡El invierno también! Y la primavera y el otoño, ya que vinieron a jugar, a divertirse a trabajar en lo que aman y eso hace que todo sea juego.

Quién convirtió esto en un calvario? no fuimos nosotros, no fue Él tampoco. Y ese alguien que lo convirtió en esto, lo hizo tan bien que no necesitó imponerlo, al punto que si no es duro no es merecido. ¿Creen que puede ser así?

Si no te divertís es que algo no va bien. Si no lo disfrutás es que algo no estás escuchando. Y no hablo de trabajo solamente, hablo de arte, de cocina, de casa, de descanso, hablo de pareja, de vida, de día, de ducha. Hablo, y sí, sé que cuesta entenderlo, de enfermedad también.

En medio de la molestia de la enfermedad, en medio del dolor, hay un aprendizaje, hay una lección, hay un mensaje que aprender. Cuando llega el mensaje, la molestia sigue pero con sentido, y lentamente irá desapareciendo, la molestia, el dolor o lo que se viva. Y si no ha de irse, es porque ya es momento de que sea así. Y eso, también es parte del juego.

La gran mentira, pero la gran mentira en todo esto, es creer que alguien sabe más que vos de algo. No, alguien puede comprender racionalmente por qué ocurre algo, quizás pueda explicarlo mejor que vos y posiblemente, hasta visualice la explicación. Pero no lo sabe mejor que vos, solo vos sabés la verdad de cada cosa en el universo, solo vos sabés cómo es lo que es, sea lo que sea de lo que hables, de lo que pienses, de lo que imagines. Cualquiera puede contarte lo que crea, lo que quiera y vos sentirás un rebote interno. Un: “Uy, esto tiene algo raro” o “siento que tiene razón” o “ni fu ni fa”. Esa es tu verdad. Diga quien lo diga. Incluso nosotros en este momento.

Que tu maestro te diga lo que diga no significa que sea verdad, significa que es su punto de vista, su aprendizaje, su visión desde donde está parado. El seguir tantas opiniones de otros nos llevó a increíbles genocidios, guerras, hambrunas, desastres naturales. El seguir verdades ajenas nos llevó a enfermar, a engordar, a llenarnos de ansiedad, de dudas, de stress, a ignorar al otro, a sentirnos parte de algo o a no sentirnos parte. El escuchar a otro te fundió económicamente, te esfumó la vida en oficinas oscuras o con gente con la que no vibrabas, te hizo perder tu juventud peleando por un pan que ya estaba, por lograr aprobación con tu familia, amigos, grupo, tribu, vecinos.

Primero vos. Con amor. Hacia vos mismo y hacia los otros. Pero primero vos. Tu amor es para vos. Tu respeto es para vos. Tu atención, tu tranquilidad, tu paz, tu respiración, tus creencias, primero para vos. Y una vez que sabés donde estás, qué pensás, qué sentís, ahí recién compartís, te fijás, escuchás, evaluás.

Primero vos. Es lo primero que queremos dejarles hoy.

Y siempre con amor a vos y a los demás, es lo siguiente.

Sólo con eso el mundo cambiaría. Sólo con eso no habría más guerras, más hambrunas, más peleas. Sólo con eso se solucionaría todo, absolutamente todos los problemas.

Todo el resto es boludeo, relleno, calmar ansiedades, alimentar egos y vaya a saber cuantas cosas más.

Los abrazamos.

Te abrazamos y te agradecemos el escucharnos y el transmitir esto.


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