Intuición.

Anoche leía un bello libro (120 días con Ayurveda, de María Fernanda Montoya Rincón). En un momento dice:

“Si tengo dudas, la respuesta es no. Si la alegría y el entusiasmo no acompañan mi decisión, la respuesta es no.
Presta atención a tus estados de ánimo, a las señales que te envía tu cuerpo y dale la importancia que se merece la intuición en tu vida, porque tendrás la recompensa de gozar de bienestar y de ser libre al poder tomar tus propias decisiones con la certeza de que son las adecuadas para ti”.

Y me quedé pensando, ¿Cuántas veces mi interior me dice que algo no está bien y no le doy bola? ¿Ya sea por compromiso social, por miedo o por alguna otra cosa? Y ¿es, tan así lo que plantea ella? ¿Puedo guiarme sólo con eso?

Me colgué pensando en algo que tengo pendiente para hacer y que no me agrada nada. Donde mi respuesta es un NO clavado, pero como es un tema de salud vuelvo a preguntármelo una y otra vez. ¿Responde la intuición o el miedo? ¿Cómo saber cuándo eso que tengo que hacer es importante y cuándo es boludeo? Incluso pensé, ¿El médico me haría ese estudio si no cobrara? Le preocupará algo realmente o es solo laburo, solo guita. Y si, sé lo que están pensando, porque pensé lo mismo. Sin cobrar no haría nada. Pero no, me di cuenta que hago y he hecho muchas cosas sin cobrar, cuando siento que es importante, cuando siento que puede ayudar a alguien, que puede hacer una diferencia.

Y lo contrario también, me molesta hacer cosas que sé que no cambiarán nada, que no serán más que rutinarias, que para el que las reciba no serán importantes. Aunque yo cobre por hacerlas.
Es decir, y acá le doy una nueva vuelta de rosca: ¿si no me pagaran, igual haría tal o cual cosa? Hoy siento que mi trabajo lo y casi todas mis actividades las haría igual, pero ¿qué haría con las que no, con las que preferiría dejar de lado? ¿Y vos? Si no te pagaran, ¿irías a trabajar igual?

Vuelvo al texto original. ¿Qué es ese algo que nos dice que si o que no, que le gusta o no tal o cual idea? La autora lo llama intuición. Para mi, la intuición es un ser hecho y derecho, más que un algo que me responde afirmativa o negativamente, pero no importa muy bien qué es lo que sea para cada uno, sino a qué vino, si lo escuchamos, si le damos bola, si aprendemos a relacionarnos con esa voz, ese sentimiento, esa sensación.
Tengo como ejemplo estos pensamientos que escribo en las redes o en mis blogs. Sigo sintiendo que debo hacerlos, que son más importantes que mi laburo en sí, el que me da de comer, y no es porque escribirlos sea lo que más disfruto ya que la mayoría de las veces no sé qué escribir, no sé con qué arrancar, no tengo idea de qué hablar, pero siento que si a una sola persona le mueve alguna fibra que necesitaba ser tocada, vale la pena. Aunque eso no haga un gran cambio en el momento, es un granito de arena que suma, que abre una posibilidad, que puede mostrarle un poco de sol.

Por eso hago esto, porque, como dice ella, cuando escribo acá, la alegría y el entusiasmo me toman, me siento útil e, incluso, descubro palabras nuevas dentro mío que no sabía que existían.
Escribo todo esto porque, cuando me planteé la idea de escribir estos textos, lo primero que se me ocurrió fue que, teniendo un ingreso tan escaso, debería concentrarme en \”como incrementarlo primero, pero no, sentí que tenía que hacerlo igual, y no solo eso, sino darle prioridad.

Y me cuesta, porque tengo más de medio siglo de mandatos que pesan a la hora de hacerlo, pero estoy trabajando en eso.

Por lo pronto, lo único que quiero que te quede hoy es la frase que puse arriba y pego acá: “Si tengo dudas, la respuesta es no. Si la alegría y el entusiasmo no acompañan mi decisión, la respuesta es no.”

Pensalo. Y fijate cómo sería tu vida si lo aplicaras. Quizás no solo mejore, sino que brille.

Te abrazo.

PD: aprovecho para hacer una aclaración. Sé que por momentos mis textos son medio bajos en frecuencia. Pienso muchas veces en no escribirlos, pero siento que el lado flojo de una persona, a veces sirve más que el lado fuerte.
Pido disculpas a los que se preocupan por mi. No lo hagan. Jamás escribiría para preocuparlos sino que lo hago solo para alentarlos. Abrazo.