Hoy me levanté pensando en qué escribiría (para mi, como cada mañana) y me sorprendió que fuera del día del amigo. Sin darme cuenta me encontré nombrando muchos amigos, desde el primero que recuerdo a los actuales, intentando comprender mi relación con la amistad.
Y comprendí, luego de años de suponer que soy algo así como un pseudo ermitaño verborrágico, que no nací para tener una amistad culo/calzón. Aunque la he vivido un par de veces, a la hora de volver y hacer una especie de racconto rápido, encontré que no tuve un amigo de fierro, sino muchísimos, cada uno en su momento, que aparecieron para traerme lo que necesitaba y que espero yo haya podido darle a ellos lo que necesitaban también.
Recordé aquellos pocos que se fueron, pero por suerte la gran mayoría siguen con sus vidas, sus verdades, sus descubrimientos y sus caminos.
En este día del amigo, agradezco a cada uno de ellos el haberse cruzado en mi vida, haberse tomado un tiempo para escucharme o para iluminarme. No sé qué sentimiento tuve en aquel momento por cada uno, pero hoy si quiero decirles que los amo, no como yo mismo sino como un poco más que eso, como ese ser más grande que lo físico, como ser que entiende un poco más y lo ve desde otro lado. Todos ustedes fueron parte de mi camino, parte de mi evolución, de mis trabas y de mis soluciones. Fueron parte de la zanahoria que me tiró para avanzar, fueron parte de mis amores y desamores, de mis dolores y festejos, de mis fracasos y triunfos, del encontrarme y perderme de nuevo. Fueron todo, el oro de mis momentos más felices. Y también la daga, que me desangró hasta caer.
No puedo imaginar mi vida hoy, si no hubiera habido amigos, cómo hubiera sido, cómo hubiera aprendido a crecer, a querer, a soñar.
Por eso, brindo hoy, en un día que alguien eligió por algo y que me sirve como excusa, por ustedes, que fueron y son, de alguna manera, el guión de mi vida, los personajes y el sentido.
Salud!
amistad #diadelamigo
Deja un comentario