Al tomar una curva en la caminata de ayer me encontré con un grupo de ovejas. Intenté hacer todo lo posible por pasar por un costado sin molestar para que siguieran con lo suyo. Pero no, al darse cuenta que no me conocían, se dieron media vuelta y comenzaron a alejarse por el camino.
Y como era el mismo sentido que yo, así nos fuimos caminando todos. De vez en cuando paraban, me miraban y seguían alejándose. Yo caminaba, ellas se alejaban de mi, alejándose cada vez más del lugar donde pastaban al principio.
No pude evitar pensar en lo fácil que era conducirlas, llevarlas a hacer algo que seguramente no hubieran elegido. Creían que mientras estuvieran juntas estaría todo bien. Jugué a imaginar qué hubiera pasado si en ese pequeño grupo hubiera habido una oveja negra, no de color, sino que pensara diferente, que tomara otra iniciativa, que cuestionara. Pero no lo había, así que caminamos más de un kilómetro hasta que pude dar un rodeo en el que pudieran volver.
Es muy conocido el paralelismo con el rebaño de ovejas. Y es fácil comprenderlo viendo a las ovejas como ovejas, lo complicado es vernos a nosotros como rebaño situándonos en un plano más arriba.
¿Más arriba? Hablás de Dios? No, hablo de gobernantes, de empresarios, de personas con \”más poder\” que nosotros. Hablo incluso de periodistas, influencers, famosos, deportistas o cualquier personaje que admiremos tanto que seguimos sus pasos, nos vestimos, pensamos, hablamos y creemos en lo que creen ellos. Sin cuestionarlo. Y sin tener en cuenta que ellos también lo hacen. Así que, finalmente, no tenemos idea a quién emulamos realmente ni por qué motivo hace lo que hacemos.
Con este cuento no intento pedirte que encuentres tu rebelde interior sino tu verdadero ser. Quien sos realmente y qué nos viniste a traer, qué viniste a compartir, qué viniste a sumar a este mundo en este momento.
Sé que es mucho más fácil ser conducido que abrir camino. Uno es aceptado, querido y aprobado si se mantiene en el rebaño. Pero no viniste a eso, sino a traer algo nuevo, tuyo. Puede que todavía no sepas qué es , pero la única forma de descubrirlo es siendo vos, realmente vos. Y este es el momento de empezar.
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