Hoy me costó muchísimo elegir la fotografía que quería mostrarles. No porque no tuviera sino porque no podía decidirme si soy la piedra o soy el agua.
En el momento del retoque, sentía que era como la piedra: rígido, estático, estoico, resistiendo los embates de la vida pero que, de a poco, me van puliendo y moldeando me guste o no.
Pero en otros momentos soy como el agua, que fluye, transcurre, y se desliza esquivando escollos. Su forma cambia, por momentos no es más que el negativo de las piedras, en otros es un sinfín de líneas que corren.
Pienso que hoy estamos viviendo un momento que alterna entre una y otra constantemente, somos piedra y agua alternadamente, por momentos rígidos, constantes, nos comportamos como siempre lo hemos hecho, pero por otros cambiamos, nos adaptamos con soltura, con gracia, bailamos un nuevo baile, nos deslizamos y suavemente recorremos nuestro camino.
Puede que sean situaciones planetarias, de biorritmo o que mi horóscopo esté super retrógrado, pero si tuviera que tirar una idea, siento que lo que me tiene así es seguir escuchando, de tantos conocidos, expresiones de odio sin darse cuenta de ellas. Lo viví el otro día y, algo que en otro momento hubiera pasado sin que lo notara casi o, más adelante, notándolo pero dejándolo pasar, esta vez me dolió. No por los “odiados” en sí, sino porque siento que no logramos entender nada de nada.
El único camino es el amor. Ya. No hay otra. Y no hablo de bum bum o friki friki. No hablo de ser un nabo florecillas con actitudes mezcla de hippie pasado y Hare Krishna. Me refiero a dejar de odiar, dejar de detestar, dejar de creer que el otro hace lo que hace de puro malo que es. El otro hace lo que hace porque cree que así se hace y tendrá sus motivos. Si no son los tuyos respetalo. Y si sentís que te hace mal, evitalo. Y si creés que no podés evitarlo porque te está influyendo de alguna manera, buscá una salida. Pero sin odio.
Imagino que está tristeza también pasará. Mientras, seguiré saltando entre roca y roca, o seré agua y me deslizaré. Y por momentos, solo por momentos, no seré ninguno de los dos sino ambos.
Sé que hacia allí vamos en este extraño y hermoso baile que hoy nos toca.
Me acompañan?
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