¿Cómo estás? ¿Qué es lo que sucede? ¿En qué puedo ayudarte?

Hola maestro, algo me desvela, algo me distrae, me pone ansioso y no sé qué es. No entiendo qué es lo que no me deja bajar. Y de eso quería preguntarte. Siento que hay algo que se oculta tras el dinero, tras la salud, tras el trabajo y el cotidiano. Una angustia, una preocupación, no sé. No lo sé.

¿Puedes ayudarme con eso? Traje una pregunta que quizás aplica, quizás no. Tú me dices.

¿Qué experiencias o limitaciones del pasado están bloqueando mi vida actual?

Si aplica y así es. No es del presente lo que te aqueja, no es del futuro, sino de atrás, cuanto más atrás es más difícil de responder, porque hay muchos atrás.

La intranquilidad es inherente al ser humano como tal, y la única forma de salir de esa intranquilidad, esa incertidumbre es conectándote con el resto. Sabiendo que hay más, que hay un absoluto detrás.

Sé, casi seguro, que toda estas charlas, que mis guías y que mis visiones no son ni fueron producto de mi imaginación, entonces, si es así, ¿por qué no puedo concebir la abundancia ilimitada o la tranquilidad de jugar este juego?

Tus dudas te paran, tus sospechas no son dudas ni sospechas en realidad, sino todo el resto del universo, de la humanidad más bien, es lo que juega sobre ti. ¿Cómo confiar si nadie confía? Cómo estar bien si pocos pueden estar bien, tranquilos y en paz?

Aquellos porque son jóvenes, los otros porque están viajando…. siempre se puede mirar a un costado y ver algo mejor, siempre puedes hacerlo y ver algo peor.

Pero céntrate, Detente y siente.

¿Esta voz es tú? No, para mi no ya a esta altura sé que no lo es. Y si fuera mía sería como un ser o un lugar tan recóndito de mi que podría jugar también como consciencia superior.

Bien. Ese es el juego. No importa el nombre, importa el mensaje. Eres abundancia, todos lo son.

Y ¿puedes guiarme, entonces? ¿qué hago para conseguir más paz, más tranquilidad, por favor?

¿Qué experiencias o limitaciones del pasado están bloqueando mi vida actual?

La incertidumbre económica en otros momentos de tu vida actual, puede ser una. Has vivido otras en muchas vidas. Y siempre están relacionadas con el otro. En soledad no ocurren, sino con otro. Intenta independizarte del otro, pero no por hacer la tuya, sino por llevar tu balance, por comprar tu tranquilidad. Pero eso es en lo económico, en el resto es al revés, debes abrirte al otro.

¿Mio eso? No.

Ahí está el baile, el movimiento. Dejarse llevar, dejarse mecer.

Me viene una imagen de una persona, que me representa, que está en un laberinto. Primero, el laberinto tiene una línea recta a la salida, pero la tomé como entrada, así que entré directo al centro y estoy ahí, en el centro, mirando por donde seguir, en vez de salir para atrás.

La segunda, estoy en el centro de un laberinto buscando la salida. Pero tengo alas, como un ángel, es decir, podría volar sin esfuerzo casi.

Y me llega la idea de que somos el capullo, la pupa o la oruga, que hasta que no comprendamos que somos mariposas y podemos volar y salir por arriba, seguiremos inmersos en este laberinto llamado vida.

¿Fue mío eso, maestro? No, no lo fue, es importante que tomes las imágenes y las comprendas, es otra forma de comunicarnos, no es solo para que las dibujes, sino para que las comprendas, como recién.

¿Venía por ahí? Si, exacto. Son orugas que tienen que decidir cuándo es el momento de eclosionar. Y pueden hacerlo por decisión propia o lo harán al final. Pero lo harán.

Entonces, veo un paralelismo, ¿Puedo? Desde ya.

Es decir, vamos haciendo la vida de la oruga, trazando nuestro propio laberinto en la madera, por ejemplo, dentro del tronco, como una oruga xilófaga, vamos comiendo y a medida que lo hacemos, abrimos el camino que estamos recorriendo. Y no hay camino correcto o errado, porque lo vamos haciendo nosotros.

“Se hace camino al andar”, decía Serrat y ¿no es eso? ¿No somos mucho más que orugas trazando nuestro camino dentro del árbol podrido?

¿Pero que en un momento, podemos decidir que ya es suficiente y ahí es cuando nos dirigiremos hacia afuera, dejaremos de trazar camino para poder comenzar el proceso de transformación?

¿Es así? Si, sin el pájaro carpintero esperando afuera, por supuesto.

Cada uno traza su laberinto, con las mejores herramientas que tiene, como puede. Mientras haya alimento y protección sigue ese camino.

Pero ¿qué es lo que nos saca de ahí? ¿qué es lo que se siente, la señal que debemos esperar, para decidir salir del laberinto?

Son diferentes, en tu caso la tienes desde el principio, la señal que necesitas no fue la de salir, sino darte cuenta que tenías la autorización para hacerlo desde el principio.

En otros, no, en otros llega la autorización, ven la necesidad, comprenden que pueden comer toda su vida dentro del árbol hasta reventar o hasta que están tan grandes que al salir son fácilmente detectables.

Para vos el camino, el laberinto, fue la forma de ponerte fuerte para salir. Para otros es un modo de vida. Pero muchas veces, en esa salida te distraes y vuelves a comer por comer, a recorrer por recorrer.

Me llega la imagen del recogimiento de su pupa antes de eclosionar. ¿Es eso? Exacto. Por eso estos momentos son así, porque hay que recogerse, parar, bajar, guardarse, darle tiempo a todo el ser a transformarse, a sacar su ser verdadero.

Tus alas están dentro tuyo. Ya no debes buscarlas afuera.

¿Creyendo nada más, no?

Si, pero, si te cuesta creer en las alas que tienes naturalmente, creer en las alas que no tienes en tu otra vida, dentro del tronco, porque no las necesitas, porque no puedes extenderlas, porque molestarían… ni alas, ni antenas ni largas patas.

Tu metamorfosis llega cuando tiene que llegar, y eso será cuando vos decidas que es el momento y cuando hacés lo necesario para que suceda.

Puedes hacer la pupa dentro del tronco, pero quedarás ahí trabado.

Puedes ver la luz afuera y no hacerla, no transformarte y serás presa fácil.

La decisión y el camino están juntos.

Y no hay vuelta atrás.

Eso se les pregunta. Eso es lo que te han preguntado más de una vez. ¿Estás seguro que no quieres volver atrás?

Siento que es ante mis dudas que se van generando las transformaciones, de alimentación, de vida, de gente, ¿puede ser? En parte si, no completamente. Y no, no somos nosotros, sos vos mismo el que va generando la situación, para poder moverte.

La comodidad de lo conocido, como estar dentro del tronco comiendo, es lo que es, pero es segura, eso no puede negarse. Por eso lentamente empezás a no preferir la madera, tu cuerpo no la acepta tanto como antes, tu cuerpo se entumece, te sientes intranquilo, ansioso. ¿Cómo no estarlo? ¡Estás encerrado en una galería de madera pero sabes que hay un mundo ahí afuera! que hay un sol, hay otro aire, menos viciado y si, puede haber peligros, pero serán otros peligros. No mejores, ni peores.

Tu bloqueo es no poder dejar de soltar el tronco. Estás tan cómodo que te cuesta dar el paso del todo. Estás jugueteando en el borde del tronco, te falta un milímetro para abrir el agujero al exterior, pero no te decides o si lo haces vuelves atrás.

La carencia, por ejemplo, es una forma de tu viejo ser de meterte de nuevo en el tronco, esa sensación de carencia. Pero ya no puedes comer madera, ya no la toleras, y quedas en el medio, en el límite.

¿Sigo conectado maestro? siento que me fui. No, estás, pero ya encontraste el hilo, lo estás viendo y desarrollando solo, ya no me necesitas hoy. Creo que viste el camino.

Gracias. Solo una cosa más. ¿Cómo doy el último paso?

Dándote cuenta que ya no hay vuelta atrás, aceptando que ya no la hay, disfrutando que ya no está. Creyendo que si llegaste hasta acá es porque tenés que llegar hasta acá, porque tenías que venir. Que estamos contigo, nosotros y tantos otros seres ahí, encarnados.

Y sin esperar que haya un cambio masivo, sin esperar que otros vuelen contigo, si bien lo harán, no es tu función hacerlo ni esperarlo.

Es tu vuelo. es tu transformación.

Y si, finalmente has entendido el porqué de las mariposas.


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