Hay una intro larga, que es este principio, si quieren saltearlo vayan hasta la línea en la mitad del texto, ahí empieza lo que debería haber publicado solamente, pero me pareció que esto podía resonarle a alguien y por eso lo dejé.

Estoy en el banco, con Azho, y miro al costado y al frente. Sé que algo pasará, pero no sé qué es ni cómo será. Esa sensación siempre viene antes de que algo arranque.

Si, es así, me dice un guía frente a mi. Hay cambios, siguen los cambios, cambios que eran parte del plan, lo establecido. Por favor escucha con amor.

Estoy atento.

Vino gente de tu planeta, de tu origen, desde lejos. No vinieron por vos, pero si vinieron y estando acá vinieron a verte. No te llevarán ni nada raro, es que simplemente es tiempo que conectes. Porque con ellos aprenderás características propias de la raza que subyace detrás del envase, podrás tener formas de comunicarte y de sanar y de crear que son de ellos.

Hola, somos los sirianos, así nos presentaremos y así te hablaremos en estos días.

Como humano hiciste un camino, largo en los tiempos de la tierra, para poder ir esquivando problemas y logrando metas, al menos así es como vos lo ves, pero en realidad fuiste forjando un espíritu intermedio, una mezcla entre tu alma siriana, arturiana y de muchos lados con un cuerpo terrenal, un envase tosco, a nuestros ojos, pero interesante a la vez.

No, no estás volviéndote loco ni inventando todo esto. La idea de una new age inventada que solo unos pocos creen es la forma de que no renazca, de que no vuelva. Y, si no nos creés no importa, porque está dentro tuyo, con o sin nombre de especie, con o sin nombre de quién te lo diga, a lo sumo te quedarás girando dentro tuyo, pensando en tu envase, en cómo llevarlo a buen término al final. Eso es lo que suelen hacer allá, ocuparse por lo tangible, cuando en realidad lo importante no es el vehículo sino el buddhi, el que lo maneja, la intención.

Lo importante no es el auto sino a donde vas, a donde lo llevás, cómo vas y lo llevás, no el auto en sí. Mucha gente cuida más el auto que la dirección o el objetivo del mismo. Si, ahí te resonó.

Siempre usaste tus cosas con pasión, sin dañarlas a propósito pero sin cuidarlas en exceso si eso te impedía disfrutarlas. Con tu cuerpo fue lo mismo. Y como con lo otro, cuando cuidaste en exceso o cuando descuidaste de más se te avisó. Sabés, en teoría, cómo llevar tu vehículo de acá en adelante, solo faltan detalles, encontrar trucos o practicidades que hagan que puedas llevar a cabo todo esto sin que sea tan complicado. Recuerda respirar, comer menos y masticar. Sólo con eso tienes gran parte de la batalla ganada, solo falta luego tu mente, relajarla.

Y ahí termina la parte del cuerpo.

Vinimos para contarte un poco como va la cosa. Sí hay naves afuera del espacio de la tierra. Sí, también esta tu nave, a la que fuiste.

No, no va a haber una salida masiva de almas, no habrá cataclismos ni guerras tan feroces. Sí, habrá algo de enfermedades pero no será tan grave, será más impresionante, o al menos eso es lo que vemos nosotros. Será difícil saber la verdad por los medios.

Por eso hay que desarrollar mejor las capacidades en ustedes mismos. Conectarse de otra forma. ¿Telepatía? Si, puede ser. Ya encontrarás la propia.

Nosotros necesitamos que estés listo para fin del verano.

¿Y qué es estar listo? Estar relajado, sano, liviano, en paz y con la vida clara, resuelta.

¿Me ayudarán? Si. Tus guías y nosotros lo haremos.

¿Hay algo en lo que deba prepararme?

No, afiná tu conexión, como lo estás haciendo. Limpiala, que sea constante, que sea simple, rápida, escuchá tu presente, tu día a día, aprendé a estar en tu presente y en tu día a día.

Ya no hay futuro, ya no hay pasado. Libérense, límpiense.

Verás que lentamente va tomando forma.

¿No logro ver sus ojos, amarillos u oscuros? Amarillos.

¿Pueden contarme un poco más de Sirio? … Ese silencio en estos casos es lo que hace que dude. Lo que no sé no llega, lo que pido de data no llega.

No sos bibliotecario, no sos juntadatos, pareciera que si y tenés tendencia a serlo, pero no lo sos, por eso no te llega, me dice un guía de los míos de siempre.

Pedís datos precisos que sólo hacen que te distraigas, que te vayas por las ramas, los bordes de las ramas y no entiendas el centro, la idea. ¿Como son en sirio? ¿Cómo se llaman? ¿Que ojos tienen? ¿En qué cambia tu vida? ¿Tu camino?

¿En si crees o no? Ya te lo dijimos, creer o no, no cambiará nada.

Vale, gracias.

No puedo saber cómo ayudar al mundo. No puedo saber siquiera porque alguna gente se enferma y otros no.


No tengo idea si hay castigo o mérito. No, no lo hay, me dicen.

El castigo y el mérito es algo creado por ustedes, como justificación de algo que no entienden. No hay castigo por comer mal, no hay mérito por comer bien, es todo integral, todo va junto, hay mérito o castigo en sus mentes solamente, el camino es uno. Nadie se merece nada, nadie tiene la culpa de nada. Culpa y merecimiento son las formas que encontraron de imponer su ley.

La experiencia es experiencia, no hay experiencia buena o mala, es experiencia, luego, como se la califique, cómo se la nombre es algo totalmente subjetivo y puede cambiar según el momento.

La experiencia es experiencia. Y punto. Y se refiere a todo, todo, absolutamente toda la vida es una experiencia. Y las siguientes y las pasadas.

Y cada experiencia genera un camino que la sigue, una nueva experiencia, podría decirse. Si te fue bien y estuviste contento irás más allá, si te costó y no te gustó te retraerás más, pero no dejarán de ser experiencias.

El camino es uno solo y es para adelante. Tu elijes si vas para atrás, dando giros o en zig zag, el camino es uno solo y es para adelante. Puedes no querer llegar y no hacerlo, puedes apurarte y lograrlo, o no llegar tampoco porque no es cuestión de llegar, lo sabes, lo importante no es el llegar, sino el camino en sí, ya lo decía Kavafis.

Y tu camino puede tener muchas y ricas experiencias o pobres y engrandecedoras, o muchas vanas, que cada camino es cada camino, pero repito, no hay culpas ni premios. No los busques, no los esperes. Simplemente no están.

En tu camino habrá más peregrinos, más personas y seres recorriéndolo y el camino no es una carrera, no tienes que ganarles, tu llegada no depende de si ellos llegan o no, pero tu camino si. Tu camino, si ayudas, se enriquece; tu camino, si acompañas es más completo. Si asistes, si escuchas, si guías. Porque otros lo harán contigo.

Todo es un camino.

Todo aprendizaje es un camino, todo cambio de consciencia lo es, cada escrito, cada foto, cada momento es un camino en sí y cada uno de estos caminos hacen el gran camino llamado vida.

Culpas, merecimientos, castigos, son solo de aquellos que no pueden aceptar la experiencia como tal. Y no, no podrás modificar eso.

El comprender que el camino es una experiencia es algo personal, que llega, solamente, cuando lo recorres con el corazón y no con la mente. Pero habrá quien quiera recorrerlo con la mente y será su experiencia.

Quien lo quiera hacer con odio o castigando a los otros, maldiciéndolos o pegándoles en los pies. Allá ellos. Y no, no podrán obstruir tu camino salvo que vibres en su misma frecuencia, en que estés en la misma pantalla del juego que ellos, en que seas parte de su idioma.

Cuando sales de ahí, esos jugadores desaparecen.

Entonces, te preguntás ¿por qué ayer, mientras trabajabas encontraste tanto odio, tanto desamor, tanta incomprensión? Porque tu frecuencia cayó al entrar al sitio enfermo. Te sentiste enfermo, te recompusiste rápido y pusiste luz, pero eso te bajó la frecuencia que generó lo que vino después. ¿Ves la seguidilla? ¿Recorres el camino de lo que sucedió ayer?

¿Que qué deberías haber hecho? Al salir del primer negocio limpiarte. Relajarte, tomar aire, pedir ayuda, pedir paz, enviar paz, luz y recién después seguir. No basta con sellar el aura. Es sellar el aura y elevar la frecuencia.

Y seguir.

Tu vida es un peregrinaje, la de todos lo es. Bello, suave por momentos, duro en otros, donde cada uno tiene su calvario o su momento de felicidad, o ambos. Y es tan larga como corta a la vez.

Y llegarán, todos llegarán. Lo harán algún día, lo harán de muchas formas, pero el camino de cada quién será el propio, el que pudo hacer cuando peregrinó, el que pudo forjar paso tras paso, siguiendo su corazón, su mente, o su evolución.

Te abrazo.


Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *