Entre la lluvia y el sol.

Hoy, llueve. Y vaya que llueve. Pero siempre para. Pero hay un momento en el medio, entre que llueve y para, cuando el sol comienza a colarse entre la tormenta pero sigue habiendo lluvia, y este momento, es lo que llamo un momento nexo (no me gusta mucho la palabra nexo, pero \”un momento ni pito ni flauta\” tampoco sonaba bien). Y este momento para muchos es por una cuestión óptica. Pero para otras personas son portales entre dimensiones.

Adhiero a que es un efecto óptico y no niego que, posiblemente, sea un portal, pero admito que yo los vivo como una \”diversión\” del universo. Este usa, entre otras cosas, los arco iris para recordarme que soy más que lo que creo que soy. Y me recuerdan que todavía puedo asombrarme, que no hay nada blanco o negro, que el arco iris quizás tenga más rayas de colores que las que suponía.

Y también me dice que dura poco, que debo disfrutarlo mientras está, que solo existe en el presente.

Yo, cuando puedo, los fotografío. Me divierten porque son un desafío ya que aparecen donde se les canta, con el sol a mis espaldas, y al hacerlo debo componer rápidamente, con lo que encuentre, siempre saldrá mejor si tengo el polarizador puesto o a mano para ponerlo rápidamente, pero después de eso todo se reduce a pensar rápido, escuchar mi instinto y sentir cuál puede ser la toma correcta. Si la consigo, bien, sino esperaré que llegue la próxima oportunidad.

Así es como, en mi vida, se tiñen de colores las tormentas. Dedicándome, esforzándome e intentando vivir el presente con la mente calma.


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