Hace un par de semanas, estaba pasado de rosca, así que me tomé unos minutos y me metí en la zona de La Catarata de El Hoyo, para buscar un lugar dentro del bosque donde limpiar mi energía, bajar un cambio y darme un baño de bosque.

Encontré un lugar canuto, chiquito, bonito, que tenía vista a diferentes cascadas. Llegué, me senté y me dieron ganas de cerras los ojos y jugar a meditar un rato, a dejarme inundar por el sonido de la cascada que, a pesar de ser un poco más ruidoso de lo que me hubiera gustado, me metía en el lugar y en el momento de forma implacable. Estuve unos quince minutos, sentado, relajando, respirando, recargando. Abrí los ojos, la disfruté un rato, saqué algunas fotos como boceto y me fui, despacio, recorriendo el lugar hasta volver al camino pensando que no estaría mal volver cada viernes para cerrar la semana.

Amo los bosques y, admito, estos me hacen verdaderamente bien. Pero si además tienen agua dentro de ellos, la sensación se incrementa infinitamente.

\"\"

II

Hace unas semanas hubo un horroroso incendio en la zona. Empezó por el paraje Las Golondrinas y se fue rápidamente a la mierda. Luego hubo otros focos más, intencionales, que agarraron la parte de Radal y que también caminaron rápidamente. Es la primera vez, en veinte años y luego de unos cinco incendios grandes que viví de cerca, que uno de estos se lleva tantas casas. Generalmente las viviendas es lo que tiene prioridad para los bomberos y demás combatientes de estos incendios y luego recién el bosque. Pero esta vez fue demasiado rápido y no hubo forma de salvarlas.

Escribí muchísimo del tema pero cada vez que pensaba en publicarlo, acá, sentía que no abarcaba realmente la situación y que podía dar para confusión o malinterpretación. Es más, cuando le respondí a una amiga en Facebook acerca de nuestra situación en el mismo me saltaron al cuello. Y esta vez, con tanta pérdida y dolor en el ambiente, realmente no quiero que nadie se sienta tocado, minimizado o lo que le pinte sentirse a cada uno, por eso decidí guardar lo escrito y que pasara.

Simplemente quiero contarles que el fuego pasó, luego, por La Catarata. Admito que no fui pero la vi de lejos y no pinta nada lindo. Muy posiblemente, tenga que buscar baños de bosque por otros lados. Porque no quedó nada. Solo carbón y el agua pasando por el medio.

Hay muchas fotos y mucho escrito del incendio. Gracias a la gente hubo mucha ayuda y mucha solidaridad de todo el país para la gente que perdió todo, aún hoy se sigue pidiendo una mano para la reconstrucción de las viviendas, aunque más no sea provisorias, ya que se acerca el frío.

Por eso prefiero manenerme al margen del problema humano en todo esto y concentrarme en el bosque perdido, en el paraíso que también destrozamos (de alguna manera o de otra), de mi aula preferida al momento de dictar cursos de fotografía (siempre la primera salida importante era al arroyo de La Catarata), de mi mayor proveedor de hongos para fotografiar en cada otoño, del paisaje obligado para mis amigos que venían de visita, del lugar fresco para tomar un mate en verano, de mi reducto para meditar y sentirme uno con la naturaleza.


Comentarios

  1. Alberto Avatar

    Te entiendo y espero que la sabia naturaleza se los recupere pronto!
    Y que el ser humano se haga más humano.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *