Herramienta II – Internet y las redes sociales como herramienta

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En la entrada anterior hablaba de la pérdida del concepto de herramienta como tal, en ese caso de la cámara fotográfica, y que la convertimos en quien instrumenta y maneja nuestra creatividad.

Pero desgraciadamente la cosa no queda ahí, día a día veo un impresionante aumento de fotógrafos que, al ver increíbles imágenes en las redes sociales o en otros sitios de Internet, en vez de sentirse inspirados lo que hacen es imitar, copiar, ver si ellos también pueden hacerlo y, cuando lo logran, ahí quedan.

Todas esas fotografías que abundan en las redes, además del verdadero propósito por el que fueron expuestas (por ejemplo: ofrecerse a la venta o para mostrar algo en sí o por lo que fuera) en nosotros, los “otros” fotógrafos, deberían cumplir la función de inspirarnos, o que nos generen admiración por quién la hizo o ser absolutamente ignoradas si no nos gustan o no nos convencen. Sin embargo, veo que generalmente derivan en listados a cumplir, es decir, “ver si puedo hacer algo exactamente igual a esto”.

Es por eso que todas las fotos nocturnas son iguales, con el chabón en el medio señalando con una linterna o con lightpainting o simplemente estrellitas y un cielo.

Es por eso que todas las fotos de viajes son iguales: la persona desde atrás mirando un paisaje.

Es por eso que todas pero todas las fotografías de vida salvaje son iguales. Y no hace falta que describa nada acá.

Es cuestión, solamente, de entender las redes y el resto de internet como una valiosísima herramienta de investigación, de aprendizaje. Es importante desarrollarnos para utilizar toda la potencia que tiene para entregarnos el mundo entero, la creatividad, los pensamientos y las costumbres de la humanidad día a día, poder sacar piezas que nos ayuden a desarrollar un nuevo rompecabezas, un nuevo producto final y luego sí, volver a utilizar esta increíble herramienta para diseminar nuestro resultado.

Si lo utilizamos como los viejos medios, que nos daban lo que ellos querían, donde tomábamos sin dudar siquiera, creíamos lo que decían, imitábamos y repetíamos como loritos lo que habíamos leído o visto sería un verdadero desperdicio. Y si lo utilizamos solamente para recibir mimos, qué se yo.

Joder, en algún tiempo se decía que tenemos la inmensa suerte de estar parados sobre los hombros de personas que fueron super importantes, no sé, Ansel Adams, Elliot Erwitt, Salgado, Cartier Bresson y tantos otros, que tenemos la posibilidad de ver mejor porque ellos nos sostienen desde abajo.

Hoy, en cambio, siento que en vez de pararnos sobre ellos, les escarbamos la nuca para ver si podemos ver exactamente las cosas como las vieron ellos y así poder repetirlas exactamente igual.

Y, lo peor de todo, es que ni eso es real hoy, porque muchas veces las nucas que escarbamos no son siquiera la de esos impresionantes gigantes sino la de cualquiera.

 

por Leo F. Ridano en Leo F. Ridano http://bit.ly/2WqwPfI
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